"La tarea es monumental: buscar una pared, un espacio, restaurar lo perdido, lo escondido;un basural, sacarlo a la superficie, dejarlo prolijo; después, escalar la idea subiendo por el andamio, apenas para empezar. Todo es parte de la obra, desde la maqueta hasta la última pincelada. Porque la obra no es sólo la pintura, sino la idea transmitida en un espacio público es lo que otorga mayor trascendencia al oficio de muralista, que antes que una disciplina es una lucha para liberar el arte de su disfraz burgues"
Con estas palabras comienza la nota que nos dedicara la revista SUDESTADA en la sección Plástica de la publicación nº68 del mes de Mayo 2008.
Dede este espacio va nuestro agradecimiento y un abrazo fraterno a los amigos Martín Azcurra, Daniel Caliba y a la revista SUDESTADA.
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